
Mientras México avanza hacia una nueva agenda laboral, la reducción de la semana de trabajo a 40 horas vuelve a colocarse en el centro del debate nacional. El Gobierno federal prepara el envío formal de la iniciativa que permitirá replantear los tiempos de descanso y productividad, un compromiso que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo asumió desde el inicio de su administración y que busca homologar al país con estándares internacionales más favorables para los trabajadores.
La propuesta será enviada al Congreso el 20 de noviembre, fecha simbólica por la conmemoración de la Revolución Mexicana, y marcará el arranque de la discusión legislativa. Desde ese momento, diputados y senadores tendrán hasta el 15 de diciembre para intentar un acuerdo. Si no hay consenso, el tema volverá a la mesa hasta febrero de 2026, en el siguiente periodo de sesiones.
Gobierno de Armenta destinará 2 mil 690 millones a 14 proyectos estratégicos en 2026 Encuentran muertos a dos jóvenes implicados en el homicidio del alcalde Carlos ManzoAunque la reducción de la jornada ha sido respaldada por sindicatos y organizaciones pro derechos laborales, el sector empresarial insiste en que la transición debe ser escalonada para evitar impactos financieros y operativos. Por esto, la propia Presidencia planteó una ruta gradual que permita ajustar turnos, plantillas y esquemas productivos sin comprometer la estabilidad de las empresas.
La iniciativa contempla una disminución progresiva del tiempo laboral:
46 horas en 2026
44 horas en 2027
42 horas en 2028
41 horas en 2029
40 horas en 2030
Este modelo permitiría que todos los sectores adopten la nueva jornada sin frenar actividades esenciales como manufactura, transporte, logística o servicios con operación continua.
La legislación actual mantiene un máximo de 48 horas semanales, distribuidas en seis días de trabajo y uno de descanso obligatorio. Los límites varían según el turno:
Diurno: hasta 8 horas
Nocturno: hasta 7 horas
Mixto: hasta 7.5 horas
Cuando entre en vigor, la jornada de 40 horas podría implementarse en tres modalidades, dependiendo del acuerdo entre trabajadores y empleadores:
Se mantienen seis días de labores.
Cada jornada sería de aproximadamente 6 horas con 40 minutos.
Útil para industrias que no pueden detener operaciones.
Semana de cinco días.
Jornadas de 8 horas diarias.
Enfocada en mejorar descanso, convivencia familiar y salud laboral.
Cuatro días de 10 horas.
Tres días libres consecutivos.
Aplicable en empresas que trabajan por objetivos o bajo esquemas flexibles.
Mientras se acerca la fecha de presentación, especialistas anticipan que la discusión será una de las más relevantes del cierre de año, tanto por su impacto social como por sus implicaciones económicas.
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xmh