Algo realmente muy grave ocurrió el pasado martes, cuando, a través de sus redes sociales, el presunto líder huachicolero originario de Palmarito Tochiapan, Antonio Valente Martínez Fuentes, alias “el Toñín”, le mandó un fuerte mensaje al secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala, luego de que supuestamente el funcionario estatal regañara a su hija, la presidenta municipal de Quecholac, de nombre Guadalupe Martínez, quien fue postulada en 2024 por el partido Pacto Social de Integración (PSI) propiedad del extinto diputado Carlos Navarro, con fuerte presencia en la zona conocida como “el triángulo rojo”.
Martínez Fuentes una y otra vez ha desmentido que se dedique al robo de combustible como ha sido señalado por las autoridades, él se dice agricultor e incluso muchas veces a través de sus redes sociales, principalmente el Facebook, ha transmitido cómo reparte verduras a gente de escasos recursos, así como también organiza ferias para los niños.
Toñín es un moderno Robin Hood, amado y protegido por los habitantes de toda la zona del “triángulo rojo”, el cual abarca los municipios de Quecholac, Palmar de Bravo, Tepeaca, Acatzingo, Tecamachalco, Tochtepec, Los Reyes de Juárez, Cuapiaxtla, Huixcolotla, Tlacotepec y Cañada Morelos; sin embargo, su principal centro de operaciones se ubica en la junta auxiliar de la cual es originario, Palmarito Tochipan, en donde el 2017 sostuvo un encuentro contra elementos del ejército mexicano, en el cual murieron 10 personas, 6 civiles y cuatro soldados.
Precisamente, los civiles que cayeron abatidos protegieron a “Toñín”, quien se dio a la fuga, luego de que la población formó barricadas para evitar la captura de este personaje, el cual en varias ocasiones ha evadido a la justicia, lo que ha incrementado su leyenda.
Nuestro personaje, cuentan, se inició dentro del crimen organizado al lado de Roberto de los Santos de Jesús, alias “el Bukanas”, con quien rompió para crear su propia célula delictiva, asociada al cártel de Jalisco Nueva Generación.
La leyenda del “Toñín” se ha incrementado, dado que se ha logrado evadir de al menos siete operativos desarrollados en la zona del “triángulo rojo”, evadiendo a las fuerzas federales y del ejército, a través de una red de túneles y bunkers construidos exprofeso para protegerlo, sin que nadie lo haya podido capturar.
Muchos atribuyen el crecimiento del “Toñín” y su influencia en la zona, al exgobernador Rafael Moreno Valle, con quien se dice tenía pactos y quien habría tolerado sus actividades delictivas por la complicidad que estableció con el fallecido exmandatario.
Pero, de regreso al tema central de la columna, lo grave es que Martínez Fuentes amenazó directamente al secretario de Gobernación, Aguilar Pala, a quien llamó “cabrón” e “invitó” a respetar a su hija en calidad de presidenta municipal de Quecholac.
El abierto reto de este personaje, vinculado al crimen organizado, no es cualquier cosa y debe ser aquilatado y sancionado en su justa dimensión, al tratarse del hombre más buscado en materia de seguridad pública en el estado.
La detención del “Toñín” ya es un reto para la presente administración, para no quedar en ridículo ante las afrentas de este personaje, el cual incluso bloqueó la autopista Puebla-Orizaba.
El desafío del “Toñín” a la presente administración no es un asunto menor y puede sentar un precedente muy importante para las actuales autoridades.
Alejandra Céspedes, otra pieza clave en la mafia de los Registradores Públicos. Un amigo empresario tuvo a bien señalar que otra pieza clave dentro de la mafia de los registradores públicos de la cual he dado cuenta en varias entregas es Alejandra Céspedes Sánchez, quien está al frente del Catastro Municipal.
Se dice que esta mujer tiene ya hasta cinco casas, mismas que adquirió a partir de su desempeño en la función pública.
Alejandra fue también directora del Instituto Registral y Catastral del Estado de Puebla y dobleteó durante un tiempo en ambas dependencias, aunque en el Catastro no tenía aún el nombramiento.
Al igual que Ricardo Fritz, Céspedes Sánchez utilizó esta dependencia para sacar provecho de su posición.
Y ya que hablamos del veracruzano, se dice que Fritz protagonizó una pelea en la marisquería Tilos que se ubica en la 31 poniente 2315, en donde además presumió llevar un reloj Petek Philippe Nautilus cuyo valor rebasa, si es que es original, los más de 6 millones de pesos.
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