No obstante, bien debió reconocer el presidente que, con el propósito de paliar la desigualdad, resultaba necesario crear riqueza, pues sin ella poco habría para repartir. Y falló. De acuerdo a las más acertadas estimaciones económicas, y considerando que los números para 2024 se mantengan de acuerdo a las previsiones, la economía mexicana habrá crecido apenas un 1 por ciento en el sexenio de AMLO.
En otras palabras, en adición a la culpa achacable al presidente en términos de su promesa incumplida de crecer al 4 por ciento, habrá fallado a su compromiso de superar los beneficios aportados durante el periodo neoliberal.
Sí, los corifeos del presidente aducirán que se redujo exitosamente los índices de desigualdad. Quizá. Pero bajo un crecimiento del uno por ciento, difícilmente habrán mejorado los niveles generales de vida de los mexicanos.
También argumentarán los morenistas que la pandemia de Covid- 19 fue determinante en el fracaso económico de AMLO. Tienen razón. Y sí, desde luego, se trató de una crisis global, ajena a la voluntad del presidente que trastocó dramáticamente el devenir económico del planeta.
Sin embargo, el lector no deberá olvidar que la economía mexicana durante el año 2019, es decir, un año posterior al inicio de la presente administración, y uno previo a la pandemia, mostró alarmantes signos de reducción del crecimiento en relación con el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto.
En suma, como bien han señalado numerosos analistas, el sexenio de AMLO será el peor desde el año 1935 en términos de crecimiento económico. Claudia Sheinbaum y sus propagandistas presumirán los logros de la 4T, pero al final… la economía habrá crecido un 1 por ciento.
Columna de José Miguel Calderón en SDP Noticias
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