No importa qué partido gobierne
La afirmación de que en México hay un narco Estado se torna cada vez más real. Sin importar el partido que gobierne, desde la federación, estados y municipios, parece que existe una total complicidad o sometimiento al crimen organizado. Guanajuato, estado gobernado por Libia García Muñoz Ledo del PAN, no es la excepción.
Las señales indican que ese partido, o al menos su dirigencia, mantiene una alianza muy perversa con Morena y, como dicen, entre gitanos no se leen las cartas.
Poco antes de que concluir su mandato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo reconoció que la relación con el gobierno de AMLO había sido complicada pero respetuosa. Aunque hubo enfrentamientos verbales, ninguno hizo nada por combatir el flagelo de la inseguridad.
AMLO prometió que con su estrategia de abrazos y crear su Guardia Nacional resolvería el problema y el gobernador se limitaba a culpar al gobierno federal por cortarle los recursos para la seguridad.
AMLO cuestionaba: “Es muy lamentable lo que sucede en Guanajuato. Desde hace años tienen el primer lugar en homicidios y es un asunto cotidiano”.
Igual que en Morelos culpó al fiscal designado de manera independiente por el Congreso del Estado, mientras las críticas al gobernador fueron más por su incapacidad para remover al fiscal Carlos Zamarripa, que por la creciente inseguridad.
Incluso, en la mañanera del 26 de julio de 2021 reiteró que el fiscal tendría que ser removido porque dificultaba el combate a la delincuencia en la entidad.
Huachicol
Uno de los generadores de violencia en Guanajuato es el huachicol, un negocio que, como se ha podido observar en Tamaulipas, Hidalgo, Sinaloa y varios estados más, opera al amparo del ex presidente del partido y hoy flamante secretario de educación, Mario Delgado.
En Guanajuato el ‘huchicoleo’, controlado por el Cártel Santa Rosa de Lima va al alza y tan solo durante el primer semestre del 2024 experimentó un incremento del 67% con respecto al primer semestre del 2023.
Al término de su mandato Diego Sinhue, y la actual gobernadora en la búsqueda de la impunidad y como aliados de Morena se convirtieron en un operadores político para que el gallo de AMLO a la presidencia del PAN, Jorge Romero, pieza clave de una alianza transexenal, ganara y pudiera ser controlado desde Palacio Nacional.
Un círculo vicioso de complicidad, corrupción e impunidad.
Columna de Manuel Díaz en SDP Noticias
X: @diaz_manuel
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