Un reciente estudio sobre el devastador terremoto ocurrido en marzo en Myanmar encendió las alertas en torno a la falla de San Andrés en California. Los investigadores descubrieron que las fallas de desgarre no siempre se comportan de la misma manera, lo que implica que un futuro sismo en esta región podría superar en magnitud a los registrados hasta ahora.
El análisis del terremoto en Myanmar, que dejó más de 5,000 muertos y una destrucción generalizada, mostró que la falla de Sagaing, considerada una “superautopista sísmica”, se fracturó en una extensión mayor a la prevista y en sectores inesperados. Esto puso en duda la idea de que las rupturas se limitan a zonas predecibles. De acuerdo con Jean-Philippe Avouac, profesor de geología en Caltech y coautor del estudio, los futuros terremotos no necesariamente serán una repetición de los del pasado: “Las rupturas de una falla, incluso tan conocidas como la de Sagaing o San Andrés, pueden variar mucho y liberar más energía de la que se había acumulado desde el último evento”.
A partir de estas conclusiones, las similitudes entre la falla de Sagaing y la de San Andrés llevaron a los expertos a reflexionar sobre los riesgos en California. La falla de San Andrés, con una extensión de aproximadamente 1,200 kilómetros, recorre el estado de sur a norte. En 1906, su ruptura en la zona de San Francisco provocó un terremoto de magnitud 7.9 que cobró la vida de más de 3,000 personas, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Aunque los terremotos son impredecibles, el USGS estima que en el sur de California, cerca de Los Ángeles, existe un 60% de probabilidad de que ocurra un sismo de magnitud 6.7 o superior en los próximos 30 años.
Por su parte, el comportamiento de la falla de Sagaing sorprendió a los especialistas. Se esperaba que la ruptura ocurriera en un tramo de 300 kilómetros sin actividad desde 1839; sin embargo, el sismo se extendió a lo largo de más de 500 kilómetros. El terreno llegó a desplazarse hasta 3 metros, lo que demostró la magnitud del evento. Para analizar estos movimientos, se empleó una técnica de correlación de imágenes satelitales que permitió medir con precisión los desplazamientos. La investigadora Solène Antoine, autora principal del estudio, destacó que este método ofreció resultados más confiables que la interferometría de radar, limitada en la detección de ciertos movimientos.
Lo ocurrido en Myanmar brinda información valiosa para entender mejor el peligro que representa la falla de San Andrés y refuerza la advertencia de que un gran sismo en California podría superar todas las expectativas previas.
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Foto: Ilustrativa
djs
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