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Lunes, 8 de Septiembre de 2025

Exceso de insulina provoca daño cerebral, coma e incluso la muerte neuronal

La insulina es vital para los pacientes con diabetes tipo 1, pero su exceso puede ser peligroso
Sábado, 16 de Agosto de 2025 12:15
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Municipios Puebla

México.- Cuando nos alimentamos, el páncreas libera insulina para que la glucosa de los alimentos sea absorbida por los distintos tejidos de nuestro organismo. En los pacientes con diabetes tipo 1 hay una disminución en la producción de insulina, por lo que es necesario administrársela continuamente para evitar que se eleve la concentración de glucosa en la sangre.

Congreso de la CDMX aprueba sanciones contra abusos de franelerosMéxico y EU acuerdan plan binacional contra el gusano barrenador del ganadoLa insulina es vital para los pacientes con diabetes tipo 1, pero su exceso puede ser peligroso.

En ocasiones, esto desencadena episodios de hipoglucemia porque, al administrarse la insulina, los diabéticos tipo 1 pueden excederse en la dosis y causar una disminución excesiva en los niveles sanguíneos de glucosa, sobre todo después de varias horas sin consumir alimentos.

Lo que revela la investigación universitaria

Lourdes Massieu Trigo y sus colaboradores, en el Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, publicaron el artículo “Mecanismos de muerte neuronal asociados a la hipoglucemia”. En él explican cómo, al disminuir la glucosa sanguínea debajo de los 50 mg/dL, se induce un estado de coma hipoglucémico, que se caracteriza por el cese o aplanamiento de la actividad cerebral, pero que puede revertirse al administrar glucosa intravenosa.

El coma hipoglucémico es reversible, pero sus secuelas neuronales pueden ser graves.

La consecuencia más importante de un episodio hipoglucémico grave es el daño neuronal, que se ocasiona porque al cerebro le falta glucosa y esta es la principal fuente de energía para su funcionamiento adecuado.

¿Qué ocurre en el cerebro cuando hay hipoglucemia?

“Nosotros trabajamos en modelos animales tratando de mimetizar condiciones de disminución de glucosa en el cerebro, moderada y aguda”, explica la investigadora.

“Esto nos interesa -agrega- porque los diabéticos tipo 1, que son dependientes de insulina, pueden excederse al aplicarse su dosis. De esta manera se da lugar a una baja de glucosa en la sangre, que puede ser grave porque causa disfunción en las neuronas, dado que la glucosa es el principal combustible con el que realiza todas sus funciones”.

Sin glucosa, las neuronas no pueden funcionar: se apagan y mueren.

Cuando no hay suficiente glucosa, la neurona interrumpe algunos procesos que son dependientes de energía, lo que afecta a diferentes organelos u organitos celulares. Uno de éstos es la mitocondria, que se encarga de producir el ATP (trifosfato de adenosina), la energía para que la neurona pueda funcionar.

Otro organelo es el retículo endoplasmático, que se encarga de la síntesis de proteínas. Ahí se sintetizan las proteínas, se doblan y adquieren una conformación que les va a permitir ejercer su función.

Cuando no hay suficiente energía, los sistemas del retículo endoplasmático se interrumpen o se alteran y las proteínas no pueden plegarse o no pueden adquirir una conformación que les permita funcionar.

La acumulación de proteínas mal plegadas daña las neuronas y puede llevar a su muerte.

“Por esta razón, dentro de este retículo endoplasmático se acumulan muchas proteínas que no son funcionales, y con el paso del tiempo van a formar lo que llamamos agregados, que van a tener dificultad para degradarse. Esto trae como consecuencia el mal funcionamiento de las neuronas e incluso puede llevar a la muerte celular”, expresa Massieu Trigo.

También se forman muchos compuestos tóxicos, como las especies reactivas del oxígeno, que reaccionan con estas proteínas y las oxidan, de tal manera que la proteína puede perder su función.

El experimento con animales: lo que revela

Para estudiar la producción de especies reactivas de oxígeno, tanto en los modelos in vivo como in vitro, en animales de laboratorio se administró una dosis excesiva de insulina con el fin de mimetizar la situación de un paciente en condiciones muy agudas al excederse en la dosis de insulina.

Dicho paciente ya presenta disfunción cerebral: hay mareos, se pierde la concentración, y si no acude de inmediato al hospital puede llegar al coma hipoglucémico, que causa una falta de actividad cerebral completa y un estado de inconciencia.

Los síntomas tempranos de hipoglucemia pueden confundirse o subestimarse.

En estos modelos se observa que empiezan a encenderse señales de alarma en las células, y uno de estos focos de alerta es el estrés de retículo endoplasmático, el cual le indica a la célula que detenga la síntesis de proteínas porque se te están acumulando y muchas no están actuando correctamente. También se activan sistemas antioxidantes que van a tratar de controlar el daño oxidativo.

¿Sirven los antioxidantes para prevenir el daño?

“Hemos encontrado que la administración de antioxidantes, si bien puede ayudar a controlar la producción de especies reactivas, no es muy eficiente en condiciones tan agudas de hipoglucemia, por lo que tendríamos que consumir o administrar una gran dosis de antioxidantes para contener el daño”, comenta la especialista universitaria.

Los antioxidantes son útiles en la recuperación, pero no suficientes ante una crisis.

Cuando el paciente llega al hospital en un estado de hipoglucemia aguda, se le da glucosa o carbohidratos. Posteriormente, durante el restablecimiento, también es importante tener en cuenta el consumo de algún antioxidante que pueda evitar el daño subsecuente a las distintas moléculas dentro de la célula.

La vitamina E es un antioxidante que se puede consumir en algunos alimentos, como cacahuates, almendras, avellanas y semillas de girasol, aceites vegetales (de maíz, de girasol, de cártamo, de soya), espinacas, brócoli, jugos de frutas y margarinas.

También se puede consumir en suplementos alimenticios, pero en estos casos se puede ingerir en exceso, con el riesgo de accidente cerebrovascular.

Cómo evitar los estados de hipoglucemia agudos

Un paciente de diabetes tipo 1 puede tener estados moderados de hipoglucemia, pero en forma recurrente. Quizá durante una semana tenga dos episodios de hipoglucemia no muy severa, de los cuales no lleva un registro. Lo anterior va poniendo en riesgo al paciente porque en algún momento se puede presentar un episodio de hipoglucemia más severa, el cual, de no darse a tiempo la recuperación, puede conducir a daño cerebral.

Registrar y anticipar los episodios puede evitar daños severos e irreversibles.

“Es muy importante tener un seguimiento preciso de la glucosa monitoreándola periódicamente, no cometer excesos en la administración de insulina y llevar una alimentación muy estricta, de tal suerte que se eviten estos episodios de hipoglucemia. Se recomienda que antes de dormir consuma una colación para que durante el sueño y en el ayuno no tenga hipoglucemia”.

Errores frecuentes al aplicarse insulina

En general, puede haber errores en el momento de aplicar la insulina, ya sea porque al no poner suficiente atención se administra en exceso, o porque se administra cuando los niveles de glucosa están bajos.

Medir la glucosa antes de cada aplicación de insulina debería ser una rutina diaria.

Para evitar que se presente este segundo escenario, es importante consumir siempre alguna colación durante el día con el fin de evitar que caigan los niveles de glucosa cerca de la hora en la que se administra la insulina.

“Sería muy aconsejable que antes de aplicarse la insulina se midan la glucosa en sangre y que los pacientes lleven una bitácora con el fin de conocer su organismo. También, que durante una semana se midan la glucosa a diferentes horas del día para saber si están teniendo estos episodios de hipoglucemia de manera frecuente. De esta manera van a evitar un estado de hipoglucemia tan severo que altere las funciones cerebrales”, agregó Massieu Trigo.

Cuando se llega a un estado de hipoglucemia grave, la administración de glucosa es forzosa, y el problema es que este remedio no está exento de riesgos.

Recuperar niveles de glucosa de forma brusca también puede dañar el cerebro.

“No podemos evitar poner glucosa porque es lo único que nos va a rescatar del coma. Sin embargo, al restablecer la glucosa de manera repentina podemos excedernos y esto puede exacerbar el daño, porque la célula va a empezar a generar incluso más compuestos tóxicos. Por ello, la reinfusión de glucosa tiene que hacerse con cuidado, tratando de no exceder sus niveles en la sangre”, explica la académica.

“En el mundo, algunos investigadores estamos trabajando en encontrar compuestos o moléculas que puedan ayudar a evitar este daño después del coma y que se administren al mismo tiempo que la glucosa”.

Consecuencias de la hipoglucemia en la vida diaria

Los accidentes por confusión mental o pérdida de la atención, o por visión borrosa, ocurren frecuentemente en pacientes diabéticos tipo 1.

La hipoglucemia no solo ocurre en el hospital: puede provocar accidentes todos los días.

“Creo que el problema es que muchos pacientes diabéticos no se atienden, porque si tuvieran una buena atención médica, tendrían regulada su glucosa, lo que les permitiría realizar diferentes tipos de actividades, como manejar. Estos pacientes siempre deben traer alguna colación, para que en el momento que sientan que les falta la glucosa tengan algo que comer”.

Se considera que menos de 70 mg/dL de glucosa en sangre es hipoglucemia leve. La hipoglucemia grave se presenta cuando el nivel de glucosa en sangre es inferior a 50 mg/dL, y sus síntomas son comportamiento aberrante, falta de concentración, visión borrosa e incluso convulsiones.

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