Un equipo de investigadores logró registrar por primera vez en tiempo real y en 3D el momento en que un embrión humano se implanta en el útero, un proceso clave para la reproducción que nunca antes había sido documentado con tal nivel de detalle.
Detienen a Tik toker latina por alertar sobre las redadas contra migrantes en Los Ángeles El Amazonas se inclina hacia Perú y deja atrás a ColombiaEl estudio fue desarrollado por el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) en colaboración con el Hospital Universitario Dexeus de Barcelona, que donó los embriones. El proyecto estuvo liderado por Samuel Ojosnegros, investigador principal del grupo de bioingeniería para la salud reproductiva del IBEC, quien destacó la importancia de los hallazgos.
“Hemos observado que los embriones humanos ejercen una fuerza considerable durante la implantación, ya que necesitan invadir el tejido uterino e integrarse por completo en él. Es un proceso sorprendentemente invasivo”, explicó Ojosnegros. Aunque muchas mujeres experimentan dolor abdominal y un ligero sangrado en esta etapa, el proceso en sí nunca había sido observado directamente.
La implantación ocurre entre seis y doce días después de la ovulación, cuando un óvulo fertilizado se adhiere al revestimiento del útero. Para simular este proceso, los investigadores crearon una plataforma que reproduce un útero artificial a partir de un gel compuesto por colágeno y tejido uterino. Con este método obtuvieron imágenes de fluorescencia en tiempo real y analizaron cómo interactúa el embrión con su entorno.
En experimentos comparativos, los científicos encontraron diferencias notables entre los embriones humanos y los de ratón. En los roedores, el embrión solo se adhiere a la superficie, mientras que en los humanos penetra completamente en el tejido uterino antes de crecer desde el interior hacia afuera. Asimismo, durante el proceso, los embriones humanos liberaron enzimas que descomponen el tejido circundante y ejercieron fuerzas de tracción sobre él.
Este hallazgo es fundamental, ya que el fracaso en la implantación es una de las principales causas de infertilidad y está vinculado a cerca del 60 % de los abortos espontáneos. Una mejor comprensión de este proceso podría tener un impacto directo en los tratamientos de fertilidad.
La investigadora y coautora principal del estudio, Amélie Godeau, subrayó que los embriones no solo reorganizan la matriz uterina, sino que también responden a estímulos externos. “Observamos que el embrión tira de la matriz, moviéndola y reorganizándola. Además, reacciona a las fuerzas externas. Nuestra hipótesis es que las contracciones que ocurren in vivo podrían influir en la implantación del embrión”, indicó.
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