La comunidad de Birmingham, Alabama, se encuentra conmocionada tras la muerte de Ke’Torrius “K.J.” Starkes Jr., un niño de 3 años que falleció el martes 22 de julio tras ser dejado por varias horas en un vehículo bajo altas temperaturas.
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El incidente ocurrió mientras el menor estaba bajo la custodia de una trabajadora contratada por el Departamento de Recursos Humanos de Alabama (DHR), la agencia estatal de protección infantil.
K.J quedó atrapado en el interior de un automóvil estacionado frente a una residencia entre las 12:30 p.m. y las 5:30 p.m. Las temperaturas exteriores alcanzaron entre 34 y 35 grados Celsius, mortales en un espacio reducido para el menor.
El pequeño estaba en cuidado temporal de crianza y fue recogido de una guardería a las 9:00 a.m. por una trabajadora de Covenant Services, Inc., una empresa contratada por el DHR, para una visita supervisada con su padre, que finalizó alrededor de las 11:30 a.m.
En lugar de regresar al menor a la guardería, la trabajadora realizó recados personales, incluyendo una parada para comprar comida y visitar una tienda de tabaco, dejando a K.J. olvidado en el vehículo; a las 06:03 p.m el pequeño fue declarado muerto.
La trabajadora involucrada fue despedida y el DHR emitió un comunicado indicando que, debido a la confidencialidad, no podía proporcionar más detalles sobre las circunstancias del incidente.
La familia de K.J., que lo había perdido temporalmente debido a acusaciones de consumo de drogas en el hogar, ha contratado a una abogada para pedir justicia por el niño.
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