Puebla, Pue. - En medio de la polémica por la detención de cuatro policías presuntamente vinculados con el grupo criminal conocido como “La Operativa Barredora”, el presidente municipal de Puebla, Pepe Chedraui, anunció una revisión y depuración al interior de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la capital.
Este lunes arranca Proceso de Admisión 2025 en la BUAPEnte celestial se lo ordenó y un hombre mata a cuatro personas en TijuanaEstas acciones responden a las recientes capturas de policías acusados de colaborar con redes delictivas, quienes habrían proporcionado información y protección a actividades ilícitas. Ante este escenario, el alcalde dejó claro que no se tolerará la corrupción dentro de las filas de la corporación.
“Quien no quiera estar, que se vaya”, dijo Chedraui, dejando en claro que los cambios no son opcionales para los elementos que no cumplan con su labor. El objetivo declarado es recuperar la confianza de la ciudadanía en las fuerzas de seguridad, dañada tras estos hechos.
El edil reconoció la importancia de la policía en la prevención del delito y aseguró que mantiene su respaldo para aquellos agentes que trabajen de forma honesta y comprometida con la ciudad. Sin embargo, insistió en que habrá “limpia” para quienes estén relacionados con prácticas corruptas.
Las detenciones recientes, confirmadas por la Fiscalía de Puebla, involucran a exfuncionarios y policías activos señalados como “polinarcos”, un término que se utiliza para describir a elementos policiales que se vinculan con organizaciones criminales. Estos policías, según las autoridades, habrían facilitado información sensible y protección a grupos delictivos, lo que representa un serio problema de seguridad pública.
Este tipo de casos no es nuevo en el país, donde la infiltración del crimen organizado en cuerpos policiales es un reto constante para las autoridades. Por ello, el gobierno municipal ha expresado la necesidad de tomar medidas contundentes para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir.
La SSC, que tiene a su cargo la seguridad de más de un millón y medio de habitantes en Puebla capital, enfrenta así una etapa de revisión interna, con el reto de mejorar la confianza social y reducir la impunidad dentro de sus filas.
Hasta el momento, no se ha informado sobre los procedimientos específicos que seguirán para hacer efectiva la depuración ni si habrá cambios en los mandos superiores. Tampoco se han detallado nuevas estrategias para fortalecer el combate contra el crimen organizado en la ciudad.
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