La gigante de alimentos Kraft Heinz anunció que se dividirá en dos nuevas compañías, en un intento por corregir el rumbo de una fusión que, a casi diez años de haberse concretado, nunca dio los resultados prometidos. La decisión marca el final de un conglomerado que, pese a su tamaño, no logró adaptarse a los cambios del mercado y ahora busca ser más ágil frente a un entorno competitivo cada vez más fragmentado.
La protesta que incendió unidades de Ruta es injustificadaFirma Pepe Chedraui convenio con la IBEROSegún el anuncio, la escisión ocurrirá durante la segunda mitad de 2026. Una de las nuevas firmas se enfocará en salsas y untables —como Heinz, Kraft Mac & Cheese y Philadelphia—, mientras que la otra se especializará en alimentos procesados, con marcas como Oscar Mayer y Lunchables.
La noticia, aunque anticipada por analistas desde hace meses, generó desconfianza en los mercados. Las acciones de la empresa cayeron 6% tras darse a conocer la decisión, reflejando el escepticismo de los inversionistas sobre el impacto real de la reestructuración.
La fusión original, realizada en 2015 por iniciativa de Berkshire Hathaway, el conglomerado de Warren Buffett, y la firma brasileña 3G Capital, buscaba crear una de las empresas de alimentos más poderosas del mundo, optimizando costos y potenciando marcas clásicas. Sin embargo, la estrategia se centró más en recortes agresivos que en innovación. El resultado: las acciones han perdido cerca del 60% de su valor desde entonces.
Incluso el propio Buffett, en declaraciones a CNBC, se mostró decepcionado con el desenlace. Su firma, que posee el 27.5% de Kraft Heinz, no ha vendido una sola acción desde la fusión, pero ya reconoció una pérdida de 3 mil 760 millones de dólares en el valor de su participación.
Por su parte, Miguel Patricio, actual presidente del directorio de Kraft Heinz, admitió que la estructura corporativa actual “complica la toma de decisiones” y limita el crecimiento. Dividir la empresa, señaló, permitiría a cada unidad definir mejor sus prioridades y asignar recursos con mayor eficacia.
Los nuevos negocios tendrán tamaños muy distintos: la unidad de salsas y untables generó 15 mil 400 millones de dólares en ventas en 2024, mientras que la de alimentos procesados obtuvo 10 mil 400 millones. Esta última será dirigida por el actual CEO, Carlos Abrams-Rivera, mientras que la otra aún busca nuevo liderazgo.
Expertos advierten que la separación, por sí sola, no resolverá los problemas de fondo. Suzy Davidkhanian, analista de Emarketer, considera que si las dos empresas no apuestan en serio por la innovación de productos y no se blindan frente a las marcas blancas, el movimiento podría tener efectos solo temporales.
De forma similar, Max Gumport, de BNP, dijo que persisten dudas: “Separar empresas no es sinónimo de éxito. Se requiere una transformación real en modelos de negocio que llevan años estancados”.
Además, el proceso de escisión no será barato. Kraft Heinz calcula que la división costará hasta 300 millones de dólares, aunque asegura que podrá recuperar la inversión con rapidez.
Este anuncio se suma a otros movimientos similares en el sector. La semana pasada, por ejemplo, Keurig Dr Pepper anunció la compra de JDE Peet’s, operación valuada en 18 mil millones de dólares, que también llevará a la división de sus unidades de café y bebidas en empresas independientes.
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